Dinant, 1240. En el corazón del barrio de Leffe se encuentra una abadía muy conocida entre los habitantes del pueblo. Una mañana, los padres premonstratenses que viven en la abadía se reúnen en el refectorio sobre un tema que preocupa a todos los habitantes de Dinant: ¿cómo evitar las epidemias que se propagan a través del agua contaminada? Después de pensar seriamente en el tema, a los monjes se les ocurre la idea de purificar el agua mediante un proceso que conocían muy bien: convirtiéndola en cerveza. En poco tiempo, los habitantes de Dinant tienen el placer de descubrir una cerveza de color marrón oscuro y profundo, y miles de peregrinos que pasan por allí están más que felices de probar la hospitalidad de los monjes. Nació Leffe Brown. “El color marrón suave y profundo de Leffe Brown y el equilibrio perfecto entre un sabor discretamente amargo y ligeramente caramelizado se pueden atribuir a tradiciones ancestrales. Los toques de café y chocolate aportan a esta cerveza un sabor aún más deseable. Servido en un cáliz Leffe, la suave y cremosa espuma de la cerveza, los aromas tostados y el sabor especiado tienen la capacidad de suspender el tiempo”.